En esta etapa se analiza y profundiza la información disponible. Durante las sesiones el especialista va evaluando de forma clínica los puntos débiles y fuertes del paciente y se va brindando la ayuda necesaria para salir de la crisis que llevó a pedir un tratamiento.

En la 5ª sesión se procederá a una re-evaluación del estado del consultante. Si los objetivos se alcanzaron en un grado satisfactorio podrá concluir aquí la terapia. Si el caso amerita mayor tiempo o el consultante descubrió otro tema importante se establece un nuevo período sesiones.

Muchos consultantes, habiendo salido de la crisis, simplemente dan por terminado el tratamiento. Esto puede ser inapropiado. La desaparición de los síntomas puede significar tres cosas:

1. El tema se resolvió realmente.
2. Los síntomas “desaparecieron”  momentáneamente pero en un corto período de tiempo vuelven, muchas veces con más fuerza. En estos casos se tiende a buscar a otro especialista, cuando lo adecuado sería volver con el mismo, y retomar lo inconcluso.
3. Los síntomas “desaparecieron” y un tiempo después aparecen “otros nuevos” síntomas, que en realidad son una derivación de los primeros.

Una vez superada la crisis se inicia una nueva etapa en el tratamiento, en que se hace necesario ahondar en los síntomas crónicos, de fondo, que llegaron a “rebalsar” y que fueron vividos como crisis. Aquí recién podemos hablar de verdadera sanación o solución.

Algunas personas pueden desear, una vez solucionado su problema o dificultad, trabajar aspectos de sus vidas que, aunque funcionando bien, sienten o saben que podrían estar mejor. Aspectos como una mejor expresión de los afectos (ternura, calidez), comunicación positiva y eficaz, replanteo de creencias, mayor conocimiento de sí mismo, desarrollo de capacidades latentes, aperturarse a la prosperidad, etc.